domingo, 25 de agosto de 2013

Savia

Cuando desperté, la fresca ventisca acariciaba mi rostro. Mis cabellos danzaban en ella como si pretendieran dibujar algo perdurable, una frase suspendida que revela mi estado en desdén. La gran rama que me sujetaba se movía en un vaivén nauseabundo, crujía, acallaba y volvía a crujir. Mis manos, agarrotadas, palpaban su savia, lágrimas de un árbol castigado por los años que deseaba morir. Un ave voló hasta donde estábamos, nos miró de soslayo. Árbol y hombre juntos, viviendo al límite, suspendidos. El dulce sabor de la sangre llegó a mis labios. La cuerda no aguanto más, tampoco el árbol.

14 comentarios:

  1. Como dice Teresa, intenso, profundo y arriesgado hasta el límite.
    Gracias por compartirlo.

    Un abrazo
    Rosa


    (Trae tu arte más a menudo)

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  2. Muchas gracias Teresa, corto pero intenso como el café expreso.
    Un saludo

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  3. Hola Rosa, gracias a ti por recordarme que debo ir publicando!!!
    Un abrazo

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  4. Algo diferente, me gusta tu prosa y lo más difícil el escribir una historia en tan poco espacio. Me gusta.

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  5. Paul muchas gracias por compartir el microrelato. Te apetece mucho leerlo una y otra vez. Así aparecen mil imagenes en la cabeza. Un saludo.

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  6. Muchas gracias Pedro, es un estilo complicado que que me llena.
    Un abrazo

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  7. Muchas gracias Jessica, es cierto lo que dices y es un efecto que tienen los microrrelatos. Los escenarios aparecen implícitos y uno los va armando dependiendo, creo yo principalmente influenciado con el estado de ánimo en el que uno se encuentra en el momento de leerlo.
    Un abrazo

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  8. Un excelente micro que está lleno de intensidad...
    te he puesto en mi lista de los blog que leo con frecuencia... hay muchas cosas buenas que leer aquí.
    saludos
    carlos

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  9. Muchísimas gracias Carlos, agradezco tus palabras...
    saludos

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  10. Me ha encantado...Cada día te superas. Un beso! Flor

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  11. Un intenso y sugerente micro con un sorpresivo final que impacta y a la vez maravilla. Si lo he entendido bien, trata de un hombre que quiere suicidarse, pero la naturaleza le salva, gracias a la decadencia de ese árbol, tan parecida a la del hombre.
    Muy bueno.
    Un saludo, Paul.

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    Respuestas
    1. Hola Ricardo, me alegro que te haya gustado. Me gusta escribir de esta manera, donde cada vez que lo lees, encuentras un finas o comprensión diferente.
      Es un relato donde el escenario es puramente implícito. En este caso había pensado en un hombre que está en aprieto escalando una gran roca agreste donde solo asoma un árbol, una imagen que me vino a la cabeza, éste resbala cayendo sobre el árbol. Hombre y árbol luchan por su vida pero ni el árbol y el hombre aguantan y caen al vacío.
      Pero tu entendimiento no está mal, me gusta.
      Muchas gracias Ricardo, un abrazo

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